Archivo del autor: Jaume Gimenez Riera
El camino del vértigo
Las pasarelas de Montfalco – Mont-Rebei
La península ibérica esta plagada de lugares mágicos y sorprendentes, los amantes de las emociones fuertes y la naturaleza exuberante disfrutaran de este lugar situado en frontera natural que el rio Noguera Ribagorzana traza entre Aragón y Catalunya.
Esta senda natural que antiguamente unía los pueblos de la zona se vio cortada al construirse el embalse de Cañellas, la despoblación se acentuó al tiempo que la presa se llenaba de agua, hoy en día del pueblo de Montfalcó solo queda en pie la casa Batlle que actualmente es un Albergue donde poder alojarse comer o realizar actividades relacionadas con la montaña y el embalse. A su vez es un nuestro punto de partida par realizar la senda hasta el congosto de Mont-Rebei.
Para llegar al albergue de Montfalco es necesario recorrer 15 km de pista, en bastante buen estado pero circulando con precaución, la pista la cogemos desde el pueblo de Viacamp lugar donde encontramos un punto de información.
Se trata de un camino de ida y vuelta unos 8 km , partiendo del albergue la ida se realiza prácticamente en bajada hasta encontrarnos dos tramos de pasarelas construidas en madera para facilitar el paso y poder sentir toda la emoción que el paisaje provoca.
(Si sufres vértigo mejor busca otra ruta)
Una vez superada la segunda pasarela descendemos hasta un puente colgado que recuerda por su forma al de Golden Gate de San Francisco, pero el balanceo y el fondo azul en nuestros pies no nos dejara estar para recuerdos.
Una vez pasado el puente estaremos en Catalunya si continuamos nos adentraremos en el Congosto de Mont-rebei, o podemos descansar contemplando uno de los paisajes mas espectaculares de la península que la sierra del Montsec nos ofrece.
DATOS TÉCNICOS (SOLO IDA) | |
LONGITUD DEL ITINERARIO | 4 Km. |
TIEMPO | 1h 56 min. |
ALTITUDES |
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DESNIVEL ACUMULADO | 283m de subida y 440m de bajada. |
TIPO DE SENDERO | Caminos naturales. |
Los árboles y el teatro
Los árboles y el teatro
Un rayo de sol se abrió camino entre dos nubes hechiceras, para iluminar dos baldosas de invierno.
Y yo estaba allí abajo.
El telón huyo por la tangente, mientras empezaban a llover luces en el escenario.
Y ella estaba allí arriba.
La función furtiva empezó sin aplausos, sin preámbulos, sin trompetas.
En escena una gran escalera de madera, abarcaba todo lo alto, todo lo ancho.
Abajo él, el de siempre, arriba ella la misma pero diferente.
Maquillada y vestida de traiciones, como una araña con sus ocho patas.
Los arboles no son palabras, son hogares cálidos, son escaleras infinitas, son alimento frutal, son el papel en blanco.
Las sombras de los árboles pueden ser noche, espejismos de deseos y romances.
Un rayo de sol se abrió camino entre articuladas ramas para iluminar la hojarasca escrita con el paso del tiempo y recuerdos de un paraíso.
Y yo estaba allí abajo.
Que se puede esperar del drama ya narrado, de la interpretación caducada.
Ella con su vestido, sus maquillajes y sus falsas esperanzas, desapareció entre sabanas de otra historia , como una gota de humo desaparece en lo profundo.
Y yo estaba allí arriba.
Subido en el tercer acto, como escalador de la vida.
La actriz murió en el primer acto, como recuerdo ahora sus susurros de silencio, sus caricias insensatas, y la angustia de amarla…
Nuestra vida es teatro, compartimos guión y a veces compartimos un árbol.
Entierra sus raíces y así nuestro pasado, el frio se agota y pronto llegara la primavera.
Jaume Xiroi 2002
Encadenados
De dos
De dos
Cuando soy sábana sensual y tú el caballo impetuoso,
jadea la poesía desnuda del hombre hambre.
Prohibido,
loco…
Dedo de chocolate,
gime la curva tu jardín mojado.
Luego ando.
Llueve salado
Con los años creemos que perdemos reflejos pero un día atrapamos un vaso al vuelo y el mundo se detiene.
Todo va tan rápido que cuando nos miramos al espejo ya no estamos.
Así él la quiso mirar con prisa y se detuvo a amarla con la brevedad de un suspiro. Cerraron los ojos y llegó su hija.
Con amor, el horizonte parece reposar como una siesta tranquila de verano, pero antes de la primera sombra llega el crudo invierno.
Sucede que no hablamos cuando debemos. Las palabras de él, llegaron cuando ella ya doblaba la esquina y todo era puro llanto.
Dos o tres calles más allá.
Dudaba aún en dar el primer paso, la podía sentir tan cercana como el universo, y tan lejana como su último beso.
Comprender la vida es entender el puzzle de oportunidades perdidas, debemos entregarnos sin condiciones al instante justo que vivimos.
Llueve salado y, de un vaso roto, sólo se cuentan los pedazos.
Besar
Besar es igual que abrazar con los labios y en esa medida abrazar es besar con el cuerpo.
El mar me abraza con una ola, mis cabellos besan el viento.
En el atardecer la tierra nos enseña a andar,
la noche nos abre el alma, y el sol con su mirada nos ciega los ojos, para que solo podamos vernos con el corazón.
Gira la vida, los días giran, y me abrazas con los labios y te beso con el cuerpo…
A menudo
Miradas, Senegal
Al regreso de este viaje, Nuria me pregunto. -¿Que has visto? Le respondí, miradas.
En la isla de Goree en Senegal, conocida como la puerta del no retorno se ubicaba uno de los puntos de salida de los esclavos hacia el continente americano. Estoy seguro que todos aquellos que fueron esclavizados contra su voluntad, antes de ser embarcados giraban sus cabezas para ver por ultima vez la costa africana. La energía de esas miradas se ha perpetuado en el perfil del paisaje y en cada africano, por eso hoy cuando un viajero pone el pie allí, encuentra el espejo de todas las respuesta y la llave de todas las dudas.
En Dakar nos esperaba Fally, nos conduciría hacia el interior pasando por Tabacounda hasta el país Bassari, cerca de la frontera con Guinea Conakry, desde allí regresaríamos a la costa por el sur siguiendo el río Cassamance y tomaríamos un barco hasta la capital.
Senegal es un país de contrastes, donde el norte es desértico y el sur es frondoso y tropical. En el verano del 98, la guerrilla independentista de la Cassamance se había replegado y de este modo pudimos llegar, no sin dificultad ,a la isla de Karabanne, allí nos alojamos en una antigua misión convertida en alojamiento. Si existen lugares mágicos, esta isla es uno de ellos, pasear por sus playas al atardecer con los delfines surfeando las olas, es una de esas experiencias que se tatúan en la retina de cualquiera, y al caer la noche la misma playa se convierte en una suerte de cielo estrellado por el que pasear.
A Ana le encantaba andar hasta el final de la playa entre la sonrisa de los niños que siempre la rodeaban, en esta isla encontró, la mejor inspiración para el cuento mágico que debía ser su vida.
Pero debíamos regresar. Los occidentales siempre planificamos los viajes con inicio y final, y así nos alejamos en barco desde Karabanne hasta Dakar, pero ignorábamos que África se iba a pegar en nuestra piel, no solo en forma de olor rancio, sino como una pequeña peca primero que se extendería para ser parte finalmente parte completa de nuestra alma.
El viaje a Senegal nunca termino, el invierno de ese mismo año Fally consiguió llegar a Barcelona, huyendo de su enfermedad mientras yo huía de mi armadura oxidada, los dos compartimos grandes momentos, los mas grandes y tristes que dos amigos pueden vivir. Al año siguiente un 17 mayo Fally traspaso, de su mano, fuerte y áspera, dejo en mi, parte de su esencia, y con su mirada la obligación de regresar a África, de vez en cuando en busca del origen, la pregunta y las miradas que responden.
De los siete rollos de Fuji Sensia 100 y una película Agfa monocromo, nació el reportaje Miradas, que se presento públicamente en La Reina de áfrica y Can Baste, en formato proyección. ver la galeria
El caminito del rey
El desfiladero de Gaitanes
En la provincia de Málaga se encuentra el desfiladero de los Gaitanes, en los principios del siglo XX se construyo una pasarela aérea para facilitar el paso de trabajadores y materiales entre las presas que allí se ubicaron, el nombre lo toma por que Alfonso XIII que visito esta construcción.
En la actualidad esta prohibido acceder por el estado ruinoso en el que se encuentra las pasarelas. La vista del desfiladero es tan impresionante que primero corta la respiración y minutos después invita a saltarse la prohibición para realizar el recorrido unas 2 horas entre ir y volver, empezando desde el El Chorro, la vía dispone de instalación para asegurarse en los tramos mas comprometidos.
La Junta de Andalucía tiene previsto realizar una inversión restaurar las pasarelas y puedan ser visitadas por el publico en general hacia el 2015, si no eres amante del riesgo merece la pena acercarse y contemplar el paisaje y a sus intrépidos.
Al Chorro se puede llegar en tren, también encontraras hotel y camping donde alojarse también y un buen restaurante donde degustar las especialidades de la zona.